¿Has oído alguna vez la expresión «a nadie le amarga un dulce»? El origen de este popular refrán es incierto, pero todo indica a que se originó como resultado de la experiencia común de que la mayoría de las personas disfrutan del sabor dulce desde temprana edad. De hecho, el propio origen de los caramelos es difuso: Los dos tipos de caramelo más antiguos que se conocen son el regaliz y el jengibre, que en el Antiguo Egipto, China y el mundo árabe se mezclaba miel con frutas y frutos secos para crear dulces.
No fue hasta la Edad Media cuando se empezó a utilizar azúcar para elaborarlos, un ingrediente escaso y caro que provocó que los dulces pasasen a servirse solo en ocasiones especiales. En el s. XVII, gracias a la caña de azúcar, los caramelos volvieron a popularizarse, y en el s. XIX se empezaron a producir y comercializar a gran escala. Sin embargo, hasta este momento los caramelos se elaboraban con ingredientes naturales y en una variedad limitada a los frutos secos, frutas y otros endulzantes que hubiese disponibles. En cambio, en el s. XX se produjo una explosión en la variedad de caramelos disponibles en el mercado. Se introdujeron caramelos duros, caramelos de goma, caramelos de chocolate, chicles y muchas otras variedades. Las marcas de caramelos icónicas como Hershey’s, Mars y Wrigley se convirtieron en líderes en la industria de los dulces, y el sector de los caramelos se convirtió en la industria multimillonaria actual.
Hoy en día, los caramelos se encuentran presentes en cualquier aspecto de nuestra vida, desde reuniones y eventos, hasta celebraciones o aniversarios, e incluso están ligados a tradiciones culturales de todo el mundo. Sin embargo, toda la diversidad de formatos, sabores y texturas que podemos encontrar en un alimento tan extendido presenta un gran reto: el packaging.
Como sucedía con los bombones, el packaging de los caramelos y chicles hoy en día va mucho más allá de la simple conservación y transporte.
¿Cuál es la importancia actual del packaging de caramelos y chicles?
La funcionalidad del packaging de los caramelos, como el propio producto, ha evolucionado a lo largo de los siglos. En la actualidad, este packaging tiene como objetivo atraer nuestra atención y despertar nuestras ganas de comer algo dulce. Los colores vibrantes, las imágenes apetitosas y los diseños creativos son elementos clave en la estrategia de marketing de estas golosinas.
Por otra parte, el packaging de caramelos sigue conservando su funcionalidad inicial: Transportar los caramelos sin que estos se estropeen, especialmente debido a la textura pegajosa que adquiere el azúcar o la miel a una cierta temperatura. En este sentido, los paquetes de caramelos individuales o las cajas de chicles que caben en el bolsillo o en el bolso han sido uno de los grandes éxitos del packaging de caramelos.
En los últimos años, hay otros factores que han influido en el packaging de este tipo de productos. El primero es la regulación de la información que ha de mostrarse, como los ingredientes, la fecha de caducidad y la información nutricional; y el segundo la creciente preocupación por la sostenibilidad, que ha provocado que cada vez más empresas están adoptando prácticas de packaging sostenible, utilizando materiales reciclables o biodegradables.
Y por supuesto, el gran reto derivado del éxito global de este producto: La necesidad constante de optimizar los procesos de packaging para satisfacer una incesante demanda global. En este punto, la automatización ha jugado un papel fundamental.
Las claves del envasado automático de caramelos y chicles
Los caramelos y chicles se presentan en una inmensa variedad de formatos, tamaños y texturas, desde los envases más sencillos y funcionales, hasta sofisticados envases de dulces de gama alta.
¿Cómo se consigue entonces automatizar su envasado? Gracias al uso de máquinas especializadas diseñadas para manejar una gran variedad de tamaños y formas. Estas máquinas pueden realizar varias funciones clave:
- Embolsado: Un porcentaje muy alto de la producción de caramelos se lleva a cabo a través del envasado en bolsas a granel, utilizando máquinas envasadoras verticales VFFS, diseñadas para formar bolsas cojín, stabilo o doypack.
- Estuchado top-load: El estuchado top-load con robots Delta es una aplicación eficiente para la colocación de botes o paquetes de chicles en estuches.
- Encajado: El encajado de bolsas de caramelos y golosinas en cajas expositoras se realiza comúnmente utilizando robots Delta guiados por visión artificial o sistemas cartesianos, dependiendo del tipo de encajado y mosaicos. En el caso de las bolsas, los robots Delta permiten introducir los productos de manera vertical, horizontal o de canto en las cajas. Sin embargo, para el encajado de botes de chicles, los sistemas cartesianos son considerados altamente eficientes.
¿Cuáles son los retos de la automatización del envasado de caramelos?
En el envasado automático de caramelos, el principal reto es la gran variedad de formatos y consistencias que caracteriza a estos productos. En este sentido, la flexibilidad se convierte en un factor fundamental en el proceso de envasado, dado que se deben manipular distintos tipos de productos y envases, desde bolsas de diferentes tamaños hasta cajas con diversos sistemas de apertura. Asimismo, se deben considerar las múltiples disposiciones en las que se puede presentar el producto dentro la caja, ya sea en posición vertical, horizontal o de canto.
Otro de los retos de este proceso es la búsqueda de un packaging más sostenible. La industria busca alternativas de embalajes que reduzcan el uso de plásticos y materiales no biodegradables.
Descubre las diferentes presentaciones en caja expositora y sus sistemas de apertura
Las cajas expositoras desempeñan un rol clave en el lineal del supermercado, ya que su objetivo es captar la atención del consumidor, mostrar los productos de forma atractiva y facilitar la selección y la compra de los caramelos.
Las presentaciones más comunes en cajas expositoras son:
- Presentación en filas: Los caramelos se disponen en filas ordenadas dentro de la caja, facilitando la visualización y selección individual de cada uno. Los productos pueden estar en posición vertical o de canto.
- Presentación en capas: Los caramelos se muestran en diferentes niveles dentro de la caja, lo que permite mostrar una mayor cantidad de productos en un espacio compacto. Los productos suelen estar en posición horizontal.
Los sistemas de apertura en cajas expositoras son diversos y están diseñados para facilitar el acceso a los caramelos y mejorar la presentación ante el consumidor. Algunos de estos sistemas incluyen:
Apertura parte posterior y carga frontal del producto
Apertura parte superior con carga superior de producto horizontal
Apertura frontal y carga frontal de producto
La adaptabilidad, un factor esencial en el envasado de caramelos
Para conseguir superar los retos de envasado, se requiere un sistema robótico altamente preciso y específicamente pensado para el envasado de caramelos. ¿Qué debemos tener en cuenta?
- Tecnologías de visión: Se utilizan diferentes sistemas de visión para asegurar una precisión máxima. Estas tecnologías permiten detectar la posición y orientación de cada bolsa de caramelos. Además, el sistema de visión debe ser capaz de adaptarse a cambios de producto ágilmente.
- Amplia gama de formatos: La diversidad de formas y tamaños, tanto de los caramelos como de los envases, requiere equipos flexibles que puedan adaptarse fácilmente a cada formato sin comprometer la calidad del producto final.
- Versatilidad de la robótica: Las pinzas de los robots son clave en el envasado, y deben estar diseñadas para adaptarse a múltiples formatos de productos. Su versatilidad permite trabajar con diversos envases, cajas y presentaciones, garantizando un envasado preciso y eficiente.
- Interfaz de usuario intuitiva: Debe disponer de una interfaz fácil de entender y de utilizar para la configuración de nuevos formatos.
- Integración con sistemas de control de calidad: La capacidad de integrarse fácilmente con sistemas de inspección independientes a la línea de robots es fundamental para garantizar que solo los productos en óptimas condiciones se envasen y lleguen al consumidor final.
- Higiene y seguridad alimentaria: Las maquinas deben estar diseñadas para trabajar en un entorno alimentario y de fácil acceso para limpieza y mantenimiento.
En resumen, el packaging de los caramelos y chicles es mucho más que una simple envoltura. Es una herramienta de marketing, una expresión de la marca y una parte integral de la experiencia del consumidor. Sin embargo, su producción actual presenta ciertos retos que solo una óptima automatización de su proceso de packaging puede resolver.
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